This is the testimony of Sister Damaris Rodriguez Beltrán from the Tijuana B.C. Branch (Obrera).

I’m going to share a testimony of what happened during our Tuesday scripture study meeting on June 21, 2022.

When I arrived at the meeting on that Tuesday, I was really very tired. I had taken the children to the park that morning and then I went with my sister, so it had been a very heavy and long day for me.

When I got home before going to the service, (we usually attend the meetings on Tuesdays), the truth is that I wanted my husband to say “We’re not going today.” But he came out ready to go to the service and said “Let’s go.”

When I arrived at the service, the truth was that I was very tired, and suddenly I began to think if what I was doing, which was going to the weekly meetings on Tuesdays and Wednesdays, if attending the services was right, because it could be that it just became a routine to me. 

I started to think about this while I was already there in the backyard of the house where we were meeting. I began to see the very beautiful sunset and I began to ask God if what I did as a routine was in vain, or if He was really pleased with what I was doing, or what we were doing? Sometimes we are tired mentally or physically from this normal life. By the time you arrive at the spiritual meeting, you’re already very tired. That was my question to God.

Then I said to God, “If only I could look at you, or if only the heavens and the clouds would open up and you would take the time to sit down and be in this service together with my brothers, so that you can tell me that what I do, or what we do and strive for, is not in vain, that it’s pleasing to you. That, even though I was mentally tired, that you were pleased that I came to the service, that maybe it wasn’t my desire to be there 100 percent, but I was there…” and I told Him “…if only the clouds would open and you would show me that you are here, that for me it would be an encouragement to continue in what I’m doing, and in what the brothers and sisters are doing.”

That was what I expressed to my God, and so time passed. I was looking at the sky and the clouds for a long time, and the truth is, I didn’t see anything. 

The study service was over, and when it was time for testimonies, there was a visitor. She stood up and said that she was shy to speak as she was a visitor on Tuesdays and said, “When it was getting dark, I turned to the clouds and the clouds parted and there was an older personage, and next to him, there was an angel, and he was attentive to the service we were having.” She didn’t know what it meant, but she had seen that!

At that, I stood up and told them what I had told God “…if it was not in vain, that He would sit in the service with us…”

For me, it was a response from God, and I want to share it with you brothers and sisters because IT IS NOT IN VAIN.

I know sometimes we ask ourselves “Where do we stand? How are we running our race? If God really is pleased with what we do? Is it really worth my effort? If God really is in every service?”

But now I know that GOD IS PLEASED with every effort we make, even if we come home tired, even if we come downcast, with problems, with difficulties, but if we show up, GOD IS PLEASED. 

He let me know that and I wanted to share it with all of you. In case anyone has doubt, God is pleased that we attend, although sometimes, not 100 percent. But if we are present, I know that GOD IS PLEASED!

Transcribed by Brother Carlos Rodriguez Jr.

ORIGINAL SPANISH ARTICLE

Testimonio de Hna. Damaris Rodríguez Beltrán, Tijuana B.C. Rama (Obrera)

Voy a contar un testimonio que sucedió en el estudio del día martes, 21 de junio de 2022.

Cuando yo llegué al servicio de ese día martes, yo realmente andaba bien cansada. Había llevado ese día en la mañana a los niños al parque, y luego de ahí fui con mi hermana. Así que, había sido un día muy pesado y largo para mí.

Cuando yo llegué a mi casa antes de ir al servicio, (pues usualmente acostumbramos ir los martes al servicio), la verdad yo deseaba que mi esposo me dijera… “hoy no vamos a ir”, pero el salió ya listo para ir al servicio, y me dijo vámonos.

Cuando yo llegué al servicio, yo la verdad andaba bien cansada, y de repente me puse a pensar si lo que yo estaba haciendo, que son mis rutinas como ir al servicio de los martes y miércoles, si asistir a los servicios, si era correcto porque podría ser que yo lo tomara como una rutina. Me puse a pensar en eso, y pues ya estaba ahí en el servicio, lo cual me toco en la parte de afuera de la casa donde estábamos. Empecé a ver el atardecer muy bonito y yo empecé a preguntarle a Dios si ¿era en vano lo que yo hacía como rutina, o si realmente le agradaba a Él lo que hacía, o lo que hacíamos? Que a veces uno está cansado mentalmente o del cuerpo, de lo que es la vida normal, y cuando llegas al servicio a lo espiritual ya llega uno bien cansado… esa era mi pregunta a Dios.

Y yo le dije a Dios, “…si tan solo te pudiera mirar, o si tan solo se abrieran los cielos y las nubes, y tomaras el tiempo para sentarte y estar en este servicio junto con mis hermanos, para que tú me digas que lo que yo hago, o lo que hacemos y nos esforzamos, no es en vano. Que te agrada, aunque yo estaba cansada mentalmente que te agrade a ti que haya venido al servicio. Que tal vez no era el deseo de estar ahí al 100%, pero yo estaba ahí. Y le dije “…si tan solo se abrieran las nubes y me mostraras que está aquí, que, para mí fuera un aliento para seguir en lo que estoy haciendo, y en lo que los hermanos están haciendo…”

Eso fue lo que yo le expresaba a mi Dios, y así paso el tiempo. Yo estuve mirando mucho tiempo el cielo, las nubes, y la verdad, no mire nada. Se acabó el servicio de predicación, y cuando fue el tiempo de los testimonios, había una visitante.  Ella se paró y dijo que tenía pena hablar, que ella es visitante de los martes y dijo: “…cuando estaba atardeciendo yo volteé hacia a las nubes, y las nubes se abrieron y había un personaje ya mayor, y al lado de él, había un ángel, y él estaba atento al servicio que estábamos teniendo…” ¡Ella no sabía que significaba, pero ella había visto eso…!

En eso yo me pare y les dije que yo le había dicho a Dios que, “…si no era en vano, que Él se sentará en el servicio con nosotros…”

Para mí fue una contestación de parte de Dios y yo se los quiero compartir hermanos, porque NO ES EN VANO.

Sé que a veces nos preguntamos ¿En dónde estamos parados? ¿Cómo estamos corriendo nuestra carrera? ¿Si a Dios realmente le agrada lo que hacemos? ¿Si realmente vale mi esfuerzo? ¿Si realmente Dios está en cada servicio que hacemos?

Pero ahora sé que DIOS SE AGRADA de cada esfuerzo que hacemos, que, aunque vengamos cansados, aunque vengamos abatidos, con problemas, con dificultades, pero si estamos aquí, a DIOS LE AGRADA. Eso me lo hizo saber y yo lo quiero compartir con todos ustedes. Por si en alguien está la duda, de que, si a Dios le agrada de que estemos aquí, aunque A veces, no al 100%, pero si estamos aquí, sé que a DIOS LE AGRADA!

Dios los bendiga.

Transcribió: Carlos Rodríguez Jr.

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